Lo primero que hice, cuando tuve las fuerzas suficientes para dejar de llorar y comenzar a pensar en lo que el futuro me deparaba, fue coger mi móvil, abrir Google y teclear en el famoso buscador: LINFANGIOLEIOMIOMATOSIS.
Tal día como hoy de hace dos años, entraba por la puerta del Hospital Universitario de La Plana en Castellón y salía, casi un mes después con un diagnóstico bajo el brazo, tenía Linfangioleiomiomatosis (LAM).
Lo primero que hice, cuando tuve las fuerzas suficientes para dejar de llorar y comenzar a pensar en lo que el futuro me deparaba, fue coger mi móvil, abrir Google y teclear en el famoso buscador: LINFANGIOLEIOMIOMATOSIS (con mucho cuidado porque casi no sabía ni cómo escribir semejante palabreja). Lo que encontré no me gustó nada, sin entrar en detalles, lo que ahí ponía me dejó peor de lo que estaba.
Así que dada la situación, pensé en ir preparando mi próxima visita al neumólogo. Durante un mes estuve con mi libreta anotando millones de dudas y preguntas sobre mi recién diagnosticada enfermedad, llegó el día me planté en la consulta de neumología del Hospital Universitario de la Fe de Valencia y comencé mi retahíla de cuestiones a mi neumólogo. Llegué allí, me senté frente a él y comenzó a explicarme qué era eso de tener LAM y en un momento dado me dijo -¿tienes alguna pregunta?- yo más nerviosa que un flan, abrí mi bolso saqué mi libreta y respondí que sí. ¡No veáis la cara de sorpresa que puso! no lo olvidaré nunca.
La cuestión es que salí del hospital mucho más tranquila y esperanzada. Fue todo tan duro cuando entré por primera vez en internet, que por primera vez en mucho tiempo, me sentí aliviada, positiva y relajada.
A partir de entonces, mi perspectiva comenzó a cambiar, en mi camino encontré a una asociación de afectadas en España por la enfermedad, AELAM (Asociación Española de Linfangioleiomiomatosis) donde me di cuenta de que no estaba sola y donde además encontré algo que no se encuentra en la consulta de los neumólogos, experiencias reales de mujeres como yo, que sin ser médicos son uno de mis referentes. Yo me veo reflejada en todas y cada una de las #MujeresLam.
Como decía al principio, dos años después de todo aquello, ya desde otra perspectiva, lo que no ha cambiado son mis ganas de ayudar y de hacer lo que sea posible por contar mi experiencia, mis vivencias y ayudar en la medida de lo posible a quien lo necesite. De ahí nace este blog, de mis ganas de ayudar y de visibilizar e impulsar el conocimiento de una enfermedad que por su rareza puede pasar inadvertida.
Sé que hoy en día lanzar un blog, y más de un tema tan concreto, es como lanzar una botella al océano, pero tengo la esperanza de que alguien la encuentre y le ayude.
Como ya sabéis #JuntasSomosMasFuertes